Sebastian, tradición broaster

Por Miguel Arana Plascencia

Érase en una época donde los micros, ticos, y el ajetreo urbano era casi nulo, en el óvalo Larco, nacía un local predestinado al éxito, un negocio familiar prometía convertirse en uno de las pollerías diferente, innovador y popular. Cuando tenia 7 años, mi padre me ofreció comer una hamburguesa, en ese entonces los carritos sangucheros eran inexistentes, el camino era largo, las urbanizaciones aledañas aun estaban surgiendo y las calles eran desoladas. En el momento que llegamos al local, la impresión fue sentirme en una película americana, pues el local era fuera de lo común, más bien parecía un grifo.

“SEBASTIAN drive inn”, sin duda alguna es uno de los lugares más tradicionales de Trujillo, ubicado en la Avenida Larco, dentro de la urbanización La Merced, conocido por su famosos pollos broaster, elaborados con una deliciosa receta familiar que hasta la fecha aun mantiene.

Esta historia tiene su origen en 1973, cuando la señora Blanca Gonzales de Orbegozo inicia el negocio con un atractivo que lo diferencia de las demás pollerías, un local donde la especialidad es el broaster y el contar con ‘drive in’, vale decir, que este servicio consta con atención directa al auto, contando con amplia playa de estacionamiento, donde se puede encontrar no solo los ya tradicionales pollos broaster, entre ellos también tenemos parrillas, hamburguesas, etc.

Después de 35 años el hijo de doña Blanca, Alessio Zucchy Gonzales de Orbegoso asume la nueva administración en el 2008. En la actualidad aún mantienen la misma receta familiar, pero el incremento de nuevas competencias y el incremento desarrollo económico que tiene la ciudad, llevo que el nuevo administrador haga unos cambios de imagen.

El relanzamiento de Sebastian hizo que el negocio supere sus expectativas llegando incrementar sus ingresos en un 150%. Un poco soberbio, no considera tener una competencia directa ya que su servicio de atención al cliente es muy diferente, por su servicio drive inn, pero si pollerías que podrían competir indirectamente como el Uruguayo que también se encuentra en el mismo ovalo.

Los jóvenes consideran que es un local agradable, donde uno puede ir con sus amigos o compañía y compartir un momento privado por su servicio a los autos, mientras las familias tradicionales les gusta los interiores del local por su cercanía y localización céntrica.